Canberra

Aquí estoy, con mi tostón a cuestas, contemplando unas cacatúas que, con el mismo descaro de los zopilotes de Nanchital, se pasean por el césped del Parliament como si fueran los dueños del lugar.

La diferencia es que estas no son carroñeras y son amigables, pero hacen tanto escándalo como los zanates de mi pueblo. ¿Quién iba a decir que después de vivir en los pantanos del sur de Veracruz, terminaría en esta ciudad planificada hasta el último árbol? 

Canberra es como si alguien hubiera agarrado un compás, un transportador y dijera: "Aquí les va una capital, y va a ser perfecta". Mientras que mi Nanchital creció como las enredaderas, sin ton ni son, alrededor de la factoría y extendiéndose hacia donde el pantano lo permitía.

Lo curioso es que ambos lugares tienen cosas en común y marcadas diferencias:

Son lugares que nacieron por necesidad y decreto. La nuestra por el petróleo, la de ellos por no querer hacer enojar ni a Melbourne ni a Sydney, pusieron la capital enmedio, diplomacia pura, pues. 

Si en Nanchital tenemos pichichis, tejones, iguanas, y hasta lagartos; aquí los canguros se pasean por los parques como si fueran perros callejeros. En la mañana cuando fui a dar una trotada por el National triangle vi pasar una familia de wallabies. Me recordaron a los "solovinos" que pasaban de la tienda de consumo al mercado, solo que estos brincan y traen a sus crías en una bolsa.

El lago Burley Griffin es su respuesta a nuestro arroyo Tepeyac y río Coatzacoalcos; perfecto, tranquilo y puro, sin lanchas ni mojodrilos, las parejas pasean por sus orillas con la misma tranquilidad con la que nosotros nos sentábamos en el parque, solo que aquí nadie está comiendo mangos con chile ni hay paisana que te venda paque, guayas o cacahuates.
 
Las cacatúas y los loros rey se congregan en los árboles al atardecer, armando una sinfonía entonada y como funcionarios públicos de esta parte del planeta: puntuales, organizados, siguiendo horarios establecidos y haciendo su chamba —no como la burocracia Nanchiteca.

Después de una semana, de andar por acá, he llegado a la siguiente conclusión:

Canberra es como una de esas damas ricas y educadas que salen en las películas de la etapa de oro del cine Mexicano, pero que nunca tuvimos en Nanchital: limpia, ordenada y que tiene un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
Nanchital es como la abuelita que te abraza, te canta y baila “El tigre” y te besa cada vez que te ve, aunque estés todo sudado y acedo.


Hasta pronto
nanche curtido



Parlamento Australiano©nanchecurtido

Gobierno central©nanchecurtido

Lago Burley Griffin©nanchecurtido

Del War memorial al Parlamento©nanchecurtido

Cockatoo©nanchecurtido

War memorial©nanchecurtido

Cada flor un soldado - 60,000 muertos II Guerra mundial©nanchecurtido

Prisionero de guerra©nanchecurtido

Museo Nacional de Australia - Patio©nanchecurtido

Museo Nacional de Australia - Entrada©nanchecurtido

Museo Nacional de Australia - Fachada©nanchecurtido

Arte aborigen de Australia©nanchecurtido





Comentarios

  1. Como siempre tus escritos los disfruto de verdad. Te amo, orgullosa de tú

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  2. Abrazos hijo y gracias por compartir tus experiencias.Atentamente tu pa"

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  3. Hermoso ! 👍👍👍,como nuestro Nanchital.

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  4. Que bonito lugar Ian as tenido muy padres experiencias. Saludos y bendiciones desde Nanchital 🥰

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  5. Asi es.mi amigo ian.saludos.desde nanchital.veracruz.

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  6. Me hiciste empezar mi mañana con una risa jajajaja y es que es una especie única en el río "los popodrilos dondi" jajajaja, siempre es un gusto leerte, una redacción que lo tiene todo, espero en algún momento conocer la capital de Australia y ver lo que tú viste

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  7. Que bueno que como los payasitos del microbus te he robado una sonrisa, especie en peligro de expansión los Cacadrilos del Sureste!

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