Ozzy
Escuché a Black Sabbath por primera vez en Nanchital con mi tío Moy, gracias Tío.
La vida a veces es como ponerle pausa a la grabadora: la última canción que canté en vivo fue "Paranoid" de Black Sabbath y la misma canción ha sido la primera que mijo cantó en vivo en la secundaria. Ozzy murió esta semana y los dos nos fundimos en un abrazo y llorando.
John Michael "Ozzy" Osbourne (3 Dic 1948 – 22 Jul 2025)
Resulta que hay tipos en este mundo que nacen destinados a hacer que el resto de nosotros nos sintamos como unos pinches inadecuados. Ozzy, es uno de esos especímenes extraordinarios que logró convertir el caos personal en una forma de arte, algo que nosotros los Nanchitecos de mediana edad admiramos con esa mezcla particular de respeto y envidia que reservamos para los que pueden tronar los dedos sin que les crujan las articulaciones.
Nacido en Birmingham en 1948 —una ciudad industrial inglesa que, como Nanchital, presumía de tener más contaminación que oportunidades, Ozzy creció en una familia obrera donde la pobreza era tan común como los mosquitos en temporada de lluvias. Su padre trabajaba en una fábrica de acero, oficio que en Birmingham era tan respetable como ser petrolero de guardia, pero igual de jodido para el cuerpo y el alma.
Birmingham y Nanchital, ambos lugares compartían esa cualidad mágica de hacer que sus habitantes soñaran con escapar por cualquier medio necesario, incluso si eso significaba meterse químicos/drogas que ni en Pajaritos se atreverían a mezclar.
Ozzy comenzó su carrera musical como quien empieza a beber: sin saber exactamente por qué, pero con la certeza de que era mejor que la alternativa. En 1968 formó Black Sabbath junto con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, cuatro chavos de Birmingham que decidieron que, si iban a hacer ruido, más valía que fuera el ruido más aterrador posible. Era como si cuatro soldadores de Cangrejera hubieran decidido formar una banda y sacarle sonido al metal, pero con la diferencia de que Black Sabbath sí sabían tocar.
Black Sabbath inventó prácticamente el METAL, género musical que es al rock lo que el chile habanero a la salsa: innecesario para la supervivencia, pero una vez que lo pruebas, todo lo demás sabe insípido. Sus primeros álbumes "Black Sabbath" (1970), "Paranoid" (1970), "Master of Reality" (1971) fueron como terremotos sónicos que hicieron que los hippies dejaran de hablar de paz y amor y empezaran a pensar en el apocalipsis.
La voz de Ozzy era perfecta para esta música: un lamento que sonaba como si hubiera pasado los últimos veinte años gritándole a las refinerías que contaminan el aire, era la voz del trabajador industrial harto, del que ha visto demasiado humo negro salir de demasiadas chimeneas para meterse a los pulmones de su familia, del que sabe que el progreso siempre tiene un costo que pagan los de abajo.
Para 1979, Ozzy se había convertido en una leyenda viviente del exceso. Sus hazañas incluían tomarse el orín de otros, morderle la cabeza a un murciélago en vivo, y un consumo de sustancias que haría parecer como santos a los petroleros más gruesos en día de pago de catorcena.
Su carrera de solista, iniciada en 1980 con "Blizzard of Ozz", demostró que podía ser igual de exitoso sin sus compañeros de Birmingham. Canciones como "Crazy Train" y "Mr. Crowley" se convirtieron en himnos para varias generaciones de inadaptados, un servidor incluido.
Lo verdaderamente admirable de Ozzy es que logró sobrevivir a décadas de autodestrucción sistemática y seguir siendo relevante. A los 76 años, murió siendo el Príncipe de las Tinieblas (afortunadamente homenajeado en vida por otros metaleros unos días antes de su muerte en un concierto épico) mientras que nosotros, apenas con un tostón nos quejamos si tenemos que manejar sin clima a Mundo nuevo.
Su legado es simple: demostró que se puede salir del infierno industrial, conquistar el mundo, y seguir siendo fundamentalmente la misma persona que eras al principio. Una lección que los de Nanchital entendemos perfectamente: puedes salir del pantano, pero el pantano nunca sale completamente de ti.
Vuela Ozzy con tus alas de murciélago hasta el cielo. Gracias por todo.
Hasta pronto
La vida a veces es como ponerle pausa a la grabadora: la última canción que canté en vivo fue "Paranoid" de Black Sabbath y la misma canción ha sido la primera que mijo cantó en vivo en la secundaria. Ozzy murió esta semana y los dos nos fundimos en un abrazo y llorando.
John Michael "Ozzy" Osbourne (3 Dic 1948 – 22 Jul 2025)
Resulta que hay tipos en este mundo que nacen destinados a hacer que el resto de nosotros nos sintamos como unos pinches inadecuados. Ozzy, es uno de esos especímenes extraordinarios que logró convertir el caos personal en una forma de arte, algo que nosotros los Nanchitecos de mediana edad admiramos con esa mezcla particular de respeto y envidia que reservamos para los que pueden tronar los dedos sin que les crujan las articulaciones.
Nacido en Birmingham en 1948 —una ciudad industrial inglesa que, como Nanchital, presumía de tener más contaminación que oportunidades, Ozzy creció en una familia obrera donde la pobreza era tan común como los mosquitos en temporada de lluvias. Su padre trabajaba en una fábrica de acero, oficio que en Birmingham era tan respetable como ser petrolero de guardia, pero igual de jodido para el cuerpo y el alma.
Birmingham y Nanchital, ambos lugares compartían esa cualidad mágica de hacer que sus habitantes soñaran con escapar por cualquier medio necesario, incluso si eso significaba meterse químicos/drogas que ni en Pajaritos se atreverían a mezclar.
Ozzy comenzó su carrera musical como quien empieza a beber: sin saber exactamente por qué, pero con la certeza de que era mejor que la alternativa. En 1968 formó Black Sabbath junto con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, cuatro chavos de Birmingham que decidieron que, si iban a hacer ruido, más valía que fuera el ruido más aterrador posible. Era como si cuatro soldadores de Cangrejera hubieran decidido formar una banda y sacarle sonido al metal, pero con la diferencia de que Black Sabbath sí sabían tocar.
Black Sabbath inventó prácticamente el METAL, género musical que es al rock lo que el chile habanero a la salsa: innecesario para la supervivencia, pero una vez que lo pruebas, todo lo demás sabe insípido. Sus primeros álbumes "Black Sabbath" (1970), "Paranoid" (1970), "Master of Reality" (1971) fueron como terremotos sónicos que hicieron que los hippies dejaran de hablar de paz y amor y empezaran a pensar en el apocalipsis.
La voz de Ozzy era perfecta para esta música: un lamento que sonaba como si hubiera pasado los últimos veinte años gritándole a las refinerías que contaminan el aire, era la voz del trabajador industrial harto, del que ha visto demasiado humo negro salir de demasiadas chimeneas para meterse a los pulmones de su familia, del que sabe que el progreso siempre tiene un costo que pagan los de abajo.
Para 1979, Ozzy se había convertido en una leyenda viviente del exceso. Sus hazañas incluían tomarse el orín de otros, morderle la cabeza a un murciélago en vivo, y un consumo de sustancias que haría parecer como santos a los petroleros más gruesos en día de pago de catorcena.
Su carrera de solista, iniciada en 1980 con "Blizzard of Ozz", demostró que podía ser igual de exitoso sin sus compañeros de Birmingham. Canciones como "Crazy Train" y "Mr. Crowley" se convirtieron en himnos para varias generaciones de inadaptados, un servidor incluido.
Lo verdaderamente admirable de Ozzy es que logró sobrevivir a décadas de autodestrucción sistemática y seguir siendo relevante. A los 76 años, murió siendo el Príncipe de las Tinieblas (afortunadamente homenajeado en vida por otros metaleros unos días antes de su muerte en un concierto épico) mientras que nosotros, apenas con un tostón nos quejamos si tenemos que manejar sin clima a Mundo nuevo.
Su legado es simple: demostró que se puede salir del infierno industrial, conquistar el mundo, y seguir siendo fundamentalmente la misma persona que eras al principio. Una lección que los de Nanchital entendemos perfectamente: puedes salir del pantano, pero el pantano nunca sale completamente de ti.
Vuela Ozzy con tus alas de murciélago hasta el cielo. Gracias por todo.
Hasta pronto
nanche curtido
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Ozzy Joven (18 años ) |
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Ozzy Evolucionado (76 años) |
Tus analogías me gustan. Buen escrito
ResponderBorrarQue bueno! gracias por leer
BorrarExcelente narración, en lo personal su música no era lo mío pero reconozco que marcó una época con su estilo tan particular. Abrazo estimado amigo
ResponderBorrarGracias por leer y el comentario, en efecto, inventó un estilo de rock
BorrarQEPD Ozzy
ResponderBorrarGracias por leer y el comentario, QEPD OZZY!
BorrarMuy bueno amigo e interesante, admirable lo que hizo Ozzy excelente música, me encantó saber esta parte de historia
ResponderBorrarGracias por leer y el comentario, parte de la historia musical
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