Ríos

Imaginen llevar el calor sofocante de una tarde en Nanchital (ese mismo que hace que hasta la sombra busque sombra) y lo teletransportan a los esteros entrerrianos de Argentina.

Eso es, más o menos, lo que logra Selva Almada en "No es un río", su tercera novela publicada en 2020 que, fue incluida en la lista de semifinalistas del Premio Booker Internacional 2024.

No es un río (2020) Selva Almada

Selva Almada nació en Entre Ríos, Argentina en 1973, y vivió allí hasta los 17 años. Luego se mudó a Paraná para estudiar Comunicación Social, después Literatura y finalmente se mudó a Buenos Aires en el año 2000. Del pueblo a la capirucha, pero sin olvidar sus raíces, como su servilleta.

Su estilo y talento ha sido comparado con figuras destacadas de la literatura estadounidense como William Faulkner, lo cual no es poca cosa. Esa mezcla de humor negro, violencia latente y paisajes que se pegan al alma es exactamente lo que encontrarán en la novela.

"No es un río" es aparentemente sencilla: sigue a dos amigos quienes deciden llevar al hijo de su mejor amigo (fallecido) a pescar al mismo río en el que el padre se ahogó quince años atrás. Boom! ¿canijo no? exactamente esa tensión es la que Almada maneja con la destreza de un pescador mezcalero veterano.

Pero aquí viene lo brillante: mientras beben y cocinan y hablan y bailan, lidian con los fantasmas del pasado y con los del presente, que se confunden en el ánimo alterado por el vino y el sopor, la novela es como esas conversaciones de sobremesa que se alargan hasta el amanecer, donde el alcohol y el cansancio van destejiendo verdades que durante el día permanecen ocultas.

Los personajes expresan lo que habita en lo profundo de sus almas. Estos hombres no hablan de sus sentimientos, pero sus acciones, sus silencios, sus rituales, lo dicen todo.

La ruralidad característica con crueldad y violencia a través de los pactos y alianzas secretas entre hombres, esos códigos no escritos que cualquiera que haya crecido en un pueblo —ya sea en Entre Ríos o Nanchital— conoce perfectamente.

"No hay cosas de Dios ni cosas del diablo, sino que es todo lo mismo: creencias de gente bruta".

"Hacer fuego era su manera de sacar la rabia, de ponerla afuera de su pecho, como si les dijera: miren qué grande puede ser mi furia, cuidado que puede alcanzarlos". 

Es un libro que se lee con todo el cuerpo, se siente el bochorno, el olor a río, la tensión que flota en el aire, con belleza en la bruteza y que, como todos los ríos, arrastra todo lo que encuentra a su paso, vida, muerte, agua, desperdicio.

Hasta pronto
nanche curtido

Cerca de Nanchester

Entre Ríos

Selva Almada

Comentarios

  1. Ya deberías hacer una compilación de todos tus escritos. Muy bueno este como todos

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    1. Este blog es la compilación... gracias por leer y el generoso halago!

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